O
seguinte artigo ten data de 1952. Naqueles anos que unha muller
afeitara a un home ou lle cortara o pelo era algo totalmente inusual.
La
barbera redondelana y su anécdota de anteayer
Reportaje
Breve
por
José Ramón
Anteayer
-que era martes y 13, conviene recordarlo- tuvimos oportunidad de
realizar una fugaz excursión a Redondela, la acogedora villa de los
viaductos donde los afables "choqueiros" rivalizan en
hidalguía para hacer grata la estancia de los visitantes. Nos
acompañaban dos de esos magníficos exponentes de la proverbial
caballerosidad redondelana: Joaquín Domínguez y Alfredo Lorenzo,
quienes degustando el exquisito vino que en el "Imperio"
escancia Manoliño, nos brindaron la idea de un reportaje.
-
En Redondela tenemos una señorita barbera.
-
¿Pero barbera de barba o peluquera en general?
-
No, no: barbera de afeitar.
-
Y allá nos fuimos en pos de esa fémina singular que en lugar de
esmerarse en las permanentes, da jabón y afeita con un aplomo y
dominio que para sí quisieran muchos pusilánimes fígaros.
-
¿Cómo se llama usted señorita?
-
Antonia Crespo Fernández, para servirle.
-
Gracias; nos afeitamos solos.
-
¡Ah! Usted es periodista, ¿verdad? Pues sepa que llevo ocho años
afeitando, que estoy a punto de comenzar a cortar el pelo que es el
trabajo más delicado de la profesión y que jamás di un corte a un
cliente.
-
¿Qué edad tiene y por qué se dedicó a barbera?
-
Cuento 19 años "justos" y muy niña me aficioné a dar
jabón a los clientes amigos. Pero, diga: jabón espumoso, no el de
adular ¿eh?
-
Bien. Y, cuando se dio cuenta, afeitaba magníficamente, ¿verdad?
-
¡Eso es! Fueron los mismos clientes los que me animaron. Porque yo
estaba en competencia con mi hermana María Rita para ver quien
aprendía antes el oficio.
-
Su hermana, ¿fracasó?
-
En lugar de esgrimir la navaja, prefirió dar cortes... de camisa, y
ahí está en la fábrica de Regojo.
-
Quisimos saber de la competencia de Antonia interrogando al cliente
que en aquel momento sometía su rostro a la pericia afeitadora de la
joven barbera. Y supimos que se llama Juan Roca Pérez, pintor de la
RENFE que lleva varios meses remozando los puentes que atraviesan
Redondela por las alturas. Y, lo que tiene mucha gracia, que es
andaluz.
-
¿Andaluz y no tiene miedo a afeitarse con una joven en martes y 13?
-
Reímos el chiste y nos despedimos de la simpática barbera. Ya en la
calle, comprobamos que la peluquería está instalada en el número
13 de la calle Alfonso XIII.
Autor: Juan Migueles
BIBLIOGRAFÍA
19520515
El pueblo gallego
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