Na obra “Galicia” de Manuel Murguía recóllense varias lendas, entre as que imos a transcribir unha que cita a un cura de Redondela que foi quen de viaxar de Roma a Redondela nunha soa noite:
“Pedro por su gran saber fué llamado el N i g r o m á n t i c o ... Otras fueron sin embargo las causas como se deja indicado, mas no se ha de callar que la fama de nigromántico llegó en la tradición hasta el siglo XVI, pues en el Episcopologio de Amaro González se lee respecto de este prelado: « Dicen que fué á Roma y vino, en una noche de Navidad, sobre ciertas liciones que eran obligados á cantar aquella noche un beneficiado ó dignidad de Santiago en Roma : ut multi ayunt.»
Es la misma leyenda que se cuenta de san Isidoro. Dícese que, deseando el papa san Gregorio conocer al ilustre sabio español, partió éste á Roma, mientras se cantaban en el coro de Sevilla los maitines de Navidad, y después de hablar con el Sumo Pontífice, volvió á tiempo de entonar laúdes con los clérigos de su iglesia. La diferencia está en que lo que en san Isidoro se tiene como milagro, en nuestro obispo se mira como una prueba de su poder mágico.
En Galicia se conoce otro caso de igual viaje, en aquel abad de Redondela, Juan Méndez de Silva (siglo xvi), que fué transportado de Roma á Redondela en una noche, dejándole al pie de un alcornoque. El árbol no es de los que más debían halagar la vanidad científica del buen Juan Méndez, de manera que la antigua leyenda parece aplicada irónicamente á este último, quien, sin duda alguna, no tenía mucho de la sabiduría de san Isidoro ni del arzobispo compostelano, que fué uno de los hombres, por su saber, más ilustres que tuvo su tiempo”.
Autor: Juan Migueles
BIBLIOGRAFÍA
Galicia. Murguía, Manuel, 1833-1923.
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